¡Ay, no sé, me encantó!
Con el ya sabido súper romántico estilo para "tramar la trama" de Amado Nervo, se teje esta bonita historia donde una mujer, Ana María, es co-protagonista junto con este hombre culto, tierno, equilibrado, que es el personaje principal, quien cuenta su trágica historia de amor a su amigo.
Se da un encuentro casual entre Ana María y el hombre en la ciudad de Nueva York; es amor a primera vista. La mujer lo teme, teme enamorarse de él, porque alberga un misterioso secreto: secreto que develará cuando le sea propuesto matrimonio.
El tan misterioso secreto resulta ser una promesa hecha bajo convicción de poder cumplirla, a su difunto esposo. La promesa la esclaviza a la soledad, al claustro en un convento desde antes de cumplir los treinta años hasta el fin de su existencia. Es imposible casarse so esas circunstancias: sabiendo que un día abandonará el hogar, sin importar el amor, ni aun si hubiera hijos de por medio, pues el difunto fue bien amado por su abnegada esposa, y ésta estaba dispuesta a cumplir la que fuera su egoísta última voluntad.
Todo el romance entre esta pareja gira en torno a la angustia de saber que un día forzosamente terminará. Cada momento compartido lo viven como si fuera el último; esta es la filosofía que defiende esta novela: que "estar enamorado es navegar por los mares de la inquietud...": que para que un amor no caiga en la monotonía y la costumbre es necesario el factor de duda, de intranquilidad por pensar que puede terminarse de un momento a otro.
Presenta y defiende puntos de vista muy bonitos, así bien románticos... :3 La verdad presenta una filosofía del amor y del romance con la que empatizo, sin más ni más.
Aunque las mate a todas -jajaja- (me refiero a las muejeres), están súper cute las novelas de Nervo; sí me casaba con el personaje masculino que describe. :P
Au Revoir! ;)*
No hay comentarios:
Publicar un comentario