Bueno... ¿qué les puedo yo decir? Una novela con el argumento de un amor equivocado, si es que puede decirse que existan de esos, o confuso... exagerado en detalles que conoce aquel que ha estado enamorado; ideas que evocan algún recuerdo de nuestra memoria, alguna persona...
Pues trata de un hombre que se enamoró perdidamente de una mujer que no le convenía -ni a él ni a nadie-, pero que quizá nadie pudo haber amado más que él, pues le soportó su mal carácter hasta donde existió... sí, hasta que existió, pues Luisa (la mujer en cuestión) dejó de existir.
La mujer de tal hermosura que hizo que para su enamorado esposo valiera la pena soportar por dos penosos años la convivencia con ella, que lo arruinaba <<económica, física y moralmente>>, tras el parto para dar a luz a una niña en una suerte de hacienda en el campo, sufrió una hemorragia severa, seguida de una anemia cerebral que finalmente vino a causar daños en su memoria. Tales daños fueron manifestándose cada vez más intensamente, hasta que vino a nacer una nueva mujer, a la que su esposo llamó amablemente Blanca.
Blanca era, en definitiva, la persona opuesta a Luisa; terminó siendo la respuesta a las plegarias del abnegado esposo, quien pudo re-educarla como si se tratara de una niña a su más noble parecer. Todo era maravilloso en esta nueva vida para ambos; sin embargo, continuos miedos asaltaban al aún más enamorado esposo; lo que temía era que un buen día Luisa regresara, y con su regreso, su amada Blanca se marchara, lo cual produce en él una terrible confusión.
Nervo desarrolla la historia interpolando bastante información sobre la amnesia y los asuntos relacionados con la memoria, haciendo gala de su acervo cultural y su romántica perspectiva de la vida. Una novela excelente.
sábado, 20 de abril de 2013
Amnesia, Amado Nervo
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Markheim, Robert Louis Stevenson
La neta, la neta, la neta, ¡la neta! está muy padre, mucho. Lo recomiendo bastante; de mis favoritos.
Markheim entra a una tienda de antigüedades como ladrón simple, y sale como asesino iluminado. ¿Acaso eso no les dice todo?
Es una apasionada narración de los hechos, expresiones, pensamientos, intenciones... ¡Aaah -me emociono-! El amigo ladrón nunca ha tenido nada, y él lo quiere todo. Elige un día precioso para la sociedad, que alienta a todos a compartir dicha, a ser generosos: el día de Navidad, precisamente para robarle todo a un temperamental y avaro anciano, que ilustra la contrastante actitud que algunos eligen tomar en esos días decembrinos. Hasta como que su autor nos incita a pensar que el avaro personaje se lo tenía bien merecido... pero no, no piensen así. (Jaja.)
En el enfrentamiento para despojar al viejillo de su amado dinero, para poder tener libertad de hurgar en toda la casa de dos pisos buscando el tesoro, aprovechando que la criada ha salido de paseo, termina por asesinar al hombrecillo, en la oscuridad alumbrada por el titilo de la luz de las velas puestas en la tienda... El ladrón se convirtió en asesino. La culpa lo acecha en el interior de la tienda: en el ruido de sus pisadas sobre el suelo de madera, o en el silencio de su petrificado cuerpo que contempla el cadáver.
Logra esquivar sus remordimientos y sube las escaleras hacia una recámara para buscar el dinero. El tiempo es su enemigo, pues pronto volverá la criada. Entretanto, él busca desesperadamente. Escucha unos pasos subir por las escaleras; se petrifica... ve una figura escalofriante: es el diablo. :S
Una conversación comienza entre ambos y el diálogo es sumamente interesante, pues se presentan los argumentos de Markheim para cometer tal delito, y las razones del diablo para querer ayudarlo a encontrar el dinero. El desenlace es perfecto. Léanlo ya. :)
Markheim entra a una tienda de antigüedades como ladrón simple, y sale como asesino iluminado. ¿Acaso eso no les dice todo?
Es una apasionada narración de los hechos, expresiones, pensamientos, intenciones... ¡Aaah -me emociono-! El amigo ladrón nunca ha tenido nada, y él lo quiere todo. Elige un día precioso para la sociedad, que alienta a todos a compartir dicha, a ser generosos: el día de Navidad, precisamente para robarle todo a un temperamental y avaro anciano, que ilustra la contrastante actitud que algunos eligen tomar en esos días decembrinos. Hasta como que su autor nos incita a pensar que el avaro personaje se lo tenía bien merecido... pero no, no piensen así. (Jaja.)
En el enfrentamiento para despojar al viejillo de su amado dinero, para poder tener libertad de hurgar en toda la casa de dos pisos buscando el tesoro, aprovechando que la criada ha salido de paseo, termina por asesinar al hombrecillo, en la oscuridad alumbrada por el titilo de la luz de las velas puestas en la tienda... El ladrón se convirtió en asesino. La culpa lo acecha en el interior de la tienda: en el ruido de sus pisadas sobre el suelo de madera, o en el silencio de su petrificado cuerpo que contempla el cadáver.
Logra esquivar sus remordimientos y sube las escaleras hacia una recámara para buscar el dinero. El tiempo es su enemigo, pues pronto volverá la criada. Entretanto, él busca desesperadamente. Escucha unos pasos subir por las escaleras; se petrifica... ve una figura escalofriante: es el diablo. :S
Una conversación comienza entre ambos y el diálogo es sumamente interesante, pues se presentan los argumentos de Markheim para cometer tal delito, y las razones del diablo para querer ayudarlo a encontrar el dinero. El desenlace es perfecto. Léanlo ya. :)
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